viernes, 16 de diciembre de 2011

La amabilidad de los conductores del buho: Madrid

Noche del sábado del 17 de diciembre; cena de empresa.

Pretendo publicar este artículo en Meneame.net aunque se considere spam, microblogging o lo que sea. Suficiente es que lo escribo a esta hora. Espero a que alguien se moleste en leerlo y no se tache con nada negativo. Bastante con lo escribo ahora y lo quiero subir ya.

Despúes de toda un noche de juerga con jefes y compañeros de la empresa me despido y me despingo a irme a la parada de autobús más próxima para irme a casa.

El búho (autobús nocturno en Madrie) está lleno. Tienes que ir medio dormido, de pies y aguantando las curvas, acelerones y frenazos del autobús.

Hasta ahí todo normal; nada de lo que te puedas quejar,pues no eres el único y te pueden acompañar otras 60 personas. Sin contar cuantas son, son bastantes.

Por fin llego a mi parada.

Tengo que cruzar la calle y me encuentro a un chaval durmiendo sentado en un pequeño muro. Tenía pensado en irme a dormir directamente a dormir, pero no sé porque le despierto.

- Oye ¿qué haces aquí? - le interrogo -Te has quedado dormido. Vete a dormir a tu casa.

El chico se extraña y le noto toltamente borracho.

- ¿ Cuál es tu calle? Te acompaño aunque sea un poco del camino a tu casa.
- Brararbrabrab... - no le entiendo nada. Está un poco borracho y un bastante más perjudicado que yo.
-  Aquí hace bastante frío. ¿Qué de donde eres? ¿O dónde vives? - me vuelve a responder algo similar a lo anterio .- brabarabra.

No se como consigo hacerle levantar y hago que empiece a caminar.

- Te acompaño un poco hasta tu casa. ¿ Dónde duermes? - respuesta similar a todas las anteriores. Empiezo a empacientarme, pero ya abandonarle despúes de tanto tiempo perdido, y el frío que paso en la calle, me fuerza a quedarme con él-

Por fin consigo arrancarle unas palabras que puedo entederle:

-¿De donde eres?
- Soy canadiense .- me quedo un poco más tranquilo. Me quedo pensando: si tu país casi está en el polo norte, menos frío pasaras aquí. Aun así, me quiero ir a dormir y no estoy para perder el tiempo. Ya que me he quedado contigo, tendré que conseguir que duermas donde estés hospedado.

- ¿Cuál es tu calle o barrio?
- Begoña. - puff (pienso) Te has pasado unas tres o cuatro paradas. Aún así le explico no está muy lejos. Si es necesario le espero que coja el buho de vuelta.

Cruzamos y le explico que espere en la parada del otro lado de la calle.

Le acompao.

De repente veo venir un buho. Mi salvación y puedo irme a dormir. Según llega el autobús me dispongo a pararle.

Se para e intento hablar con el conductor.

- Perdona. Se ha pasado de parada y va un poco mamado. ¿Te importa avisarle (o despertarle) cuando llegues al barrio de Begoña.

- Ese no es nuestro trabajo.

- El mío tampoco es el quedarme aquí con él, pasando frío, y me he quedado.

Intenta cerra las puertas. Las bloqueo:

- ¿Lo vas a hacer o no? - me pone cara de resignación y confío en que lo haga.

No sé si lo habrá hecho, pero entre el frío que hace y pensar que al conductor no le cuesta nada avisar, espero que lo haya hecho.

No busco la buena acción del día, pero no me gustaría quedarme dormido en pleno invierno en una parada de autobús de Madrid.